El fútbol sigue siendo el deporte rey en buena parte del planeta, y de hecho, cada vez gana más presencia en territorios que no han sido habituales hasta hace muy poco tiempo. Norteamérica, por ejemplo, ya lo tiene totalmente incluido entre sus deportes más importantes, así como Asia, donde sus selecciones están empezando a ganar mucho nivel. Cada Mundial que se celebrar es más grande y llama la atención de más millones de espectadores, mientras que las ligas europeas siguen llenando estadios cada fin de semana. Es cierto que el modelo de negocio se está poniendo en duda en los últimos tiempos, ya que la diferencia entre unos clubes y otros, en cuanto a presupuesto, empieza a ser ridícula. Hay grandes empresarios, oligarcas y jeques que se hacen dueños de los clubes y tratan de ganarlo todo a base de billetera. Y mientras tanto, los equipos de toda la vida, los humildes, sobreviven como pueden.
Dentro de ese último grupo nos encontramos al mítico Getafe C.F., el club de la gran ciudad del sur de Madrid. Durante décadas, el Getafe peregrinó por las divisiones más bajas del fútbol español, pero en el siglo XX logró llegar a Primera, e incluso participó en competiciones europeas en algún año. Un éxito que, sin embargo, no lograba enganchar a tantos aficionados como se desearía. En su mejor época, el Coliseum Alfonso Pérez, estado azulón, presentaba entradas de poco más de la mitad de espectadores. Los socios llegaron a ser algo más de 10.000, pero no superaron la barrera de los 15.000, siendo uno de los equipos con menor apoyo social de Primera. La situación del Getafe es especial porque tiene muy cerca a dos grandes como Real Madrid y Atlético de Madrid, atrayendo mucha afición a sus estadios. Ser hincha azulón no es fácil, porque el equipo no ha ganado títulos e incluso está en mucha ocasiones en peligro de descenso. Para animar a la afición a aumentar y ser cada vez más, el equipo getafense ideó una loquísima y excitante campaña de abonados hace una década, donde el porno era muy protagonista.
Las campañas de abonados a principios de temporada se han hecho muy populares desde los años 90 en el fútbol mundial. En España, por ejemplo, se ha visto prácticamente de todo en este tipo de anuncios, especialmente en equipos pequeños que quieren obtener mayor visibilidad. En el verano de 2011, el Getafe se encontraba en una situación delicada. Había participado en competiciones europeas por segunda vez en su historia, pero el resultado había sido nefasto. Para colmo, la temporada anterior se había salvado de descender por los pelos. Ángel Torres, presidente del club, entendió que el equipo necesitaba más que nunca a la afición, y dio carta blanca a su equipo de marketing para crear una campaña única y llamativa. Así es como surge el corto pornográfico Zombis Calientes del Getafe, dirigido por Miguel Campaña.
Nunca un equipo de fútbol se había atrevido a llevar tan lejos una campaña de publicidad, sobre todo a sabiendas de la polémica que iba a provocar. Las productoras Sra Rushmore y El Ruso de Rocky ya habían trabajado previamente con el Getafe en otras campañas, algunas también bastante llamativas, pero nunca a este nivel. Se decidió rodar un pequeño corto de apenas 10 minutos, con escenas en el Coliseum y en peñas del club, y una historia absolutamente salvaje que combinaba Los Ladrones de Cuerpos con Terminator, mezclándolo con el mejor cine porno kitsch de los 70. Así, Miguel Campaña creó un spot que por supuesto, fue censurado en muchos portales, debido a sus escenas abiertamente explícitas, pero que consiguió llegar a las noticias de medio mundo.
En el corto, un joven hincha del Getafe se muestra preocupado por la marcha del club, y quiere hacer cualquier cosa para que la afición crezca. Y la forma más fácil de conseguirlo es tener sexo con sus compañeras de peña, para llenar el mundo de bebes del Getafe. Tras un primer encuentro fortuito, el chico descubre que un agente extraterrestre ha contaminado el agua de la peña del Getafe a la que acude. Para su sorpresa, este suceso lleva a las mujeres a ser insaciables fieras sexuales que solo buscan una cosa: satisfacer sus deseos más obscenos. La llegada de Comandante Mera, como si de una Terminator se tratase, parece traer algo de esperanza, pero incluso ella sucumbe al imponente miembro del hincha del Getafe. Ya no hay salvación para el mundo, el planeta será azulón en pocos años.
El cortometraje está primorosamente rodado, con una estética que recuerda a aquellas películas de serie B de los años 70 que tanto éxito tuvieron en su momento. El maquillaje, la iluminación, la música… Todo está pensado para que el efecto al verla sea recordar al instante aquellos filmes de Russ Meyer y compañía. Solo que aquí se debería llamar Getafexplotation, puesto que todo el corto está lleno de referencias al club azulón. Para algo es su campaña de abonados, claro está, y no podía quedarse solo en un vídeo divertido y morboso con algún que otro detalle. Las habitaciones donde tienen lugar las escenas, la ropa de los propios actores, todo está directamente ligado al equipo getafense.
Y hablando del casting, es seguramente el mejor acierto de toda la campaña, junto al cachondo y surrealista guión. En el papel masculino tenemos a Bel Gris, un joven que llegó a la industria del porno de casualidad y que era perfecto por ese aire despreocupado, pero a la vez salvaje, que ofrecía ante la cámara. En cuanto a las chicas, Claudia Bomb y Leyla Black están inmensas en sus respectivos papeles, la primera como una ninfómana insaciable, la segunda como una modosita niña buena… Para completar el reparto tenemos a Sarah Class en el papel de la agente extraterrestre, que por desgracia aparece poco, pero cuando sale se roba por completo la pantalla. Todos eran profesionales del porno, ya que había escenas explícitas con felaciones, lésbico, penetración, cumshot… Un festival de porno cachondo en apenas 10 minutos.
Como era de esperar, la película provocó un gran revuelo en el mundo del fútbol español. Muchos medios, de hecho, tuvieron que confirmar que el propio Getafe estaba detrás de aquella idea, porque no se creían que hubieran llegado tan lejos. Así es como el equipo consiguió que su campaña de abonados destacase aquella temporada, logrando aumentar un poco más el número de socios de cara a seguir contando con ese apoyo en Primera División. Con el tiempo, otras muchas campañas han utilizado también el erotismo para atraer a aficionados a los estadios. Sin embargo, ninguna ha sido tan original, fresca y divertida como la del Getafe. Este corto porno, tan bien rodado, pedía a gritos una versión extendida, que muchos aficionados, azulones o no, se hubieran tragado de muy buen grado. Por desgracia, esa versión nunca llegó y tenemos que conformarnos con este montaje de solo 10 minutos. ó y tenemos que conformarnos con este montaje de solo 10 minutos.
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